Mis más oscuros pensamientos, mis ideas sin filtro. La manera más sana de descargarme: la palabra.
jueves, 28 de agosto de 2014
Un segundo
Y a veces un segundo cambia todo, para siempre.
Ese momento en el que caes en la cuenta de que la realidad está demasiado lejos de lo que soñabas.
Ese sonido que sólo uno puede escuchar. El sonido del corazón rompiéndose en mil pedazos.
No importa que pase después, ya nada es lo mismo y el para siempre queda olvidado, cambiado.
Y un segundo, una frase, una palabra, tiran abajo mi castillo de cartas.
¿Cómo seguir?
Intento pensar que no dolió tanto como lo hizo, intento fingir.
La verdad es que nunca voy a ver las cosas igual que antes.
La verdad es que tampoco siento como antes.
Parece que no importa si cada día me alejo más y más, si cada día me pierde un poco más.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario