Mi pasado, mi presente y mi futuro se ven juntos y destrozados.
Simplemente me sigo sintiendo perdida y sin rumbo.
¿Dónde está mi Norte?
Me da miedo que hayan vuelto las pesadillas,que me recuerdan todo lo que perdí.
Y también me da miedo la realidad, porque no se parece a lo que quería y me sigue desilusionando.
Promesas que los dos sabemos que no se van a cumplir.
Verdades de las que dudar.
Es tiempo de acurrucarme y pensar en todos los errores.
Esto es el precio a pagar por vivir ocultándome tras este disfraz.
Nadie se da cuenta...
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